Estos audífonos lo tienen todo. Tanto los A30 como los audífonos para pilotos ProFlight presentan tres modos de reducción de ruido activa, conectividad Bluetooth®, control de toque para comunicación, y micrófono que se puede cambiar de lado sin herramientas. Todo con el mejor confort de la industria.

Peso en la cabeza de 404 gramos (14.2 onzas)
Nuestros audífonos externos más ligeros y cómodos para pilotos con un 20 % menos de fuerza de sujeción que los audífonos A20.
Entorno de ruido ideal
Diseñado para prácticamente todos los ambientes de cabinas.
Tres modos de reducción de ruido seleccionables por el usuario
Permite que los usuarios seleccionen el modo que mejor se adapte al entorno de ruido de la aeronave y a sus preferencias personales.
Micrófono y cable que se pueden cambiar de lado sin herramientas
El micrófono boom y el cable pueden conectarse en cualquier lado de los audífonos sin utilizar ninguna herramienta.

Peso en la cabeza de 127.6 gramos (4.5 onzas)
Son los audífonos internos para pilotos más pequeños, ligeros y cómodos hasta la fecha, ideales para los vuelos más largos.
Tres modos de reducción de ruido seleccionables por el usuario
Permite que los usuarios seleccionen el modo que mejor se adapte al entorno de ruido de la aeronave y a sus preferencias personales.
Micrófono y cable que se pueden cambiar de lado sin herramientas
El micrófono boom y el cable pueden conectarse en cualquier lado de los audífonos sin utilizar ninguna herramienta.
Entorno de ruido ideal
Diseñados para ambientes con ruido moderado como aviones presurizados.
Combina 30 años de investigación y desarrollo de audífonos para pilotos con un fuerte compromiso con la certificación TSO y queda claro por qué los audífonos para pilotos Bose operan en un nivel superior. Los A30 y los audífonos para pilotos ProFlight Serie 2 cuentan con la certificación FAA y E/TSO-C139a, y han pasado más de 145 pruebas de los ingenieros Bose y el equipo de control de calidad.
TSO, o las Órdenes Técnicas Estándar (Technical Standard Orders), son otorgadas por la Administración Federal de Aviación (Federal Aviation Administration, FAA). La FAA define una TSO como “una norma de rendimiento mínimo para determinados materiales, piezas y aparatos utilizados en aeronaves civiles”. En este caso, el “estándar de rendimiento mínimo” establece un objetivo alto, ya que la misión de la FAA es “proporcionar el sistema aeroespacial más seguro del mundo”.
Antes de ofrecer al mercado unos audífonos para pilotos Bose, nos aseguramos de que puedan soportar los extremos de la aviación. La autorización de TSO otorga a los pilotos o fabricantes de aeronaves la seguridad de que los procesos de diseño, prueba y fabricación se han inspeccionado minuciosamente para garantizar un alto nivel de seguridad, confiabilidad y durabilidad.
Calor extremo: Tanto los audífonos para pilotos ProFlight Serie 2 como los Bose A30 soportan temperaturas de 55 °C/131 °F o más durante varias horas, y fueron sometidos inmediatamente después a pruebas de caída desde 1.83 metros (6 pies) sobre un piso de concreto, además de pruebas de flexión del cable. Deben continuar funcionando correctamente a esas temperaturas por dos horas.
Temperaturas bajo cero: Tanto los audífonos para pilotos ProFlight Serie 2 como los Bose A30 fueron almacenados a temperaturas de -25 °C/-13 °F o menores y fueron sometidos inmediatamente después a pruebas de caída desde 1.83 metros (6 pies) sobre un piso de concreto, además de pruebas de flexión del cable. Deben continuar funcionando correctamente a esas temperaturas después de tres horas en el frío.
Electricidad: Tanto los audífonos para pilotos ProFlight Serie 2 como los Bose A30 se ponen a prueba para la inmunidad a descargas electrostáticas. Probados en docenas de puntos de contacto, cada auricular está sujeto a entre 4000 y 12,000 voltios de electricidad estática.
Prueba de atmósfera explosiva: Mientras están en modo operativo, los Bose A30 se prueban en una atmósfera explosiva y deben demostrar que no son una fuente de ignición.
Uso extendido: TSO requiere que los cables y componentes de los audífonos resistan decenas de miles de flexiones y tirones, el equivalente a muchos años de uso. Nuestro estándar Bose es incluso más exigente que el requisito de TSO para garantizar que tu cable y ensamblaje sea duradero y resistente.
Prueba de aplastamiento: Mientras están dentro de sus estuches, los audífonos se someten a pruebas de peso para asegurarse de que puedan soportar el efecto directo del peso que se aplica a todas las superficies del estuche. Los audífonos también tienen que soportar pruebas de compresión y choques mecánicos, sobreviviendo a ambos y manteniendo la funcionalidad normal.
Prueba de descompresión: Los audífonos para pilotos Bose deben funcionar correctamente tras una descompresión a alturas de techo de servicio, a la que están sometidos durante al menos 10 minutos.
Prueba de mesa de vibración: Los audífonos Bose están sujetos a fuerzas vibratorias en todos los rangos de frecuencia para garantizar que sobrevivan sin perder funcionalidad.
Prueba de interferencia electromagnética (Electromagnetic interference, EMI): Se prueba la inmunidad de los productos a la interferencia del magnetismo, las señales de los teléfonos celulares y la interferencia de la señal de radiofrecuencia de varias fuentes. Después, realizamos pruebas de conformidad para asegurarnos de que el producto cumpla con los requisitos reglamentarios globales para emisiones e interferencias radiadas.
UV: Se realizan pruebas de radiación solar acelerada para garantizar que los componentes sean duraderos y no se degraden en integridad o apariencia, proporcionando una experiencia constante durante la vida útil de los productos.
Resistencia química: Todas las superficies, revestimientos y marcas se someten a pruebas de resistencia a la abrasión, la limpieza, la transpiración y otras actividades de desgaste.
Docenas de pruebas adicionales: Los audífonos para pilotos Bose también deben cumplir con estándares como la exposición a los aceites de la piel y la durabilidad de los botones. También hay una multitud de factores ambientales que se prueban, incluida la arena, la humedad, la condensación, la lluvia, los ciclos térmicos y la niebla salina, entre otros.